viernes, 25 de abril de 2008

Mi ex vieja Universidad de Valparaíso

Se veía venir. Hacía ya un par de años que en los pasillos se sentía un fuerte rechazo a la forma en que se gestionaba esta nonagenaria casa de estudios. El descontento no emanaba precisamente de los estudiantes. Eran los profesores que en conversaciones de pasillo mostraban día a día cómo su paciencia se agotaba. La protesta docente solo era detenida por el temor al desempleo, inflamado por las numerosas historias que circulaban y que contaban cómo fulano o merengano había perdido sus horas de clase o "las asignaciones de gestión" o simplemente eran notificados de modo vergonzoso de su despido. Nadie, absolutamente nadie se sentía seguro en su trabajo, lo que ayudó a labrar un actitud servil y temerosa ante las autoridades que encarnaban el poder.


Todo esto ocurría ante mis ojos en la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, la cuna del poder rectoral. Allí la crisis se inició junto al despertar del siglo XXI. Algo parecido a una "coupe d' etat" sacó al decano. La persecución contra quienes le habían apoyado se hizo sentir. El nuevo decano, poseedor de la paciencia del ave rapaz se tardó algunos años en "desalojar" a las profesoras y profesores que habían apoyado el "ancient regime". Este comenzó a regir la facultad de modo tal que todo se ordenara a que el rector, su par, su colega, su hermano, conservara el poder. Directores de carreras absolutamente sumisos o plenamente adaptados tras una máscara de marginalidad o disidencia. Centros de alumnos (o de estudiantes) obedientes y sistemáticamente manipulados. Profesores enajenados en el trabajo itinerante, en los "PET" o en cursos en "los magíster". Un viaje a Bolivia o Guatemala o Punta Arenas o Iquique, se constituyeró en un premio para quienes aceptaban en silencio tareas académicas y administrativas que indignarían cualquier voluntad. Los programas académicos de entonces eran muy deficientes, su calidad académica podía ser cuestionar por un lego.

Se fue el rector, han salido a la luz la desastrosa situación interna, las deudas, la inmoralidad, el abuso, Dios salve a la Universidad.

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